To Recognize, Reduce and Redistribute Care Work: the Commitment to Close Gender Gaps in Bogotá
juin 25, 2021 — Événements, Programmes
[español abajo]
Natalia Moreno Salamanca
No society can survive without care. Taking care of children and those in need of care, preparing daily meals or keeping our houses clean, are vital tasks for the wellbeing of all. Nonetheless, throughout history, these tasks have fallen disproportionately on the shoulders of women.
Bogotá has a female population of 4 million, of whom 3.6 million carry out unpaid care work and 1.2 million do so full-time. That is 30% of the female population of the city whose potential socioeconomic and political contributions and well-being are left neglected. The disproportionate care burden for women is the result of the sexual division of labor and gender stereotypes that have forced many women to abandon their life projects at the expense of economic autonomy because they are trapped in unpaid domestic care work.
According to the Large Integrated Household Survey (2020), 70% of women who devote themselves exclusively to unpaid domestic care work have obtained a secondary education degree or less. Ninety percent of them are low-income, and 33% are deprived of free time for self-care, which has incalculable impacts on public health. These problems have only worsened during the COVID-19 pandemic.
During the pandemic, the closure of care services, such as schools and nurseries, transferred care to homes. In Bogotá, the number of people who devoted themselves exclusively to care-related tasks full-time increased by 50%. (1) Whereas in 2019, 891,000 people carried out unpaid care work full-time, in 2020 this number increased to almost 1,4 million, of which 84% are women.
Against this backdrop, it is imperative to create concrete actions to free up some of the responsibilities of caregivers so that they can achieve greater economic autonomy, and to contribute to reducing gender gaps and the feminization of poverty.
With this in mind, Bogotá created the first Care System in Latin America, an initiative that seeks to recognize care work and the contribution that caregivers make to society; redistribute responsibility more equitably between women and men; and reduce the time that women must devote to caregiving. This is achieved by expanding the range of care services offered by the State, the private sector and the communities.
This program also combines new and existing services to respond to the high demands of care in a co-responsible manner. The System delivers services and frees up time for women to pursue self-development (including higher education) and well-being. It also provides care services for boys and girls, the elderly, and disabled individuals; and organizes cultural transformation workshops for all citizens.
The Social System’s main innovation is in the way it operates: it simultaneously provides services for those who provide care and those who require care, and will bring the services to their homes if they are unable to go out.
It is designed using the concept of proximity that integrates tactical urbanism, and implementing a gender and care approach. Under this scheme, “blocks of care” were created. These are areas with a diameter of 1.600 square meters in which there is a concentration of services for those who care and for those in need of care.
These Care Blocks are situated in proximity to caregivers’ homes, who only have to walk between 15 to 20 minutes to reach them. This reduces the caregivers’ travel time, guarantees their access to services, and achieves a more equitable distribution.
The system also implemented Mobile Units, which are the itinerant versions of Care Blocks for those who live in hard-to-reach urban and rural areas. These units are equipped buses that offer services such as education, rest and recreation, and psychological and judicial assistance. We were able to tend, for the first time, to the care needs of rural and female farmers of Bogotá, reaching areas such as Sumapaz, located in one of the largest moorlands in the world.
The Care System was launched in October 2020, and in only eight months, it put in operation five Care Blocks, two Mobile Units, and one community laundry, in partnership with the Colombian National Business Association (ANDI) and Whirpool. We have delivered more than 8,000 services using the abovementioned infrastructure.
In addition, we implemented a cultural change strategy, a bid to achieve greater redistribution of care chores between all, under the slogan We learn to care!, teaching that care-related activities are not chores only for women.
In what remains of 2021, we plan to open four new blocks of care, and to put in operation Door-to-Door Care to deliver services inside people’s homes. Our goal is to guarantee access to education and recreational services even inside people’s homes to caregivers that, due to the severe dependency of the people being cared for, are unable to leave their houses.
This is how Bogotá positions itself as the first Care City of the region, going forward on the construction of a more just and equitable society for all.
Footnotes:
1 National Administrative Department of Statistics DANE. Gran Encuesta Integrada de Hogares GEIH (2021)
Reconocer, reducir y redistribuir los trabajos de cuidado: la apuesta para cerrar brechas de género en Bogotá
Natalia Moreno Salamanca
Las labores de cuidado están presentes en todos los momentos de la vida. Cuidar y atender a los niños y a quienes requieren apoyo, preparar las comidas diarias o mantener limpias y ordenadas nuestras casas, son actividades indispensables para el bienestar de todos. Sin embargo, a lo largo de la historia estas labores han recaído desproporcionadamente en las mujeres.
En Bogotá viven 4 millones de mujeres (1), de las cuales cerca del 90% (2) debe dedicar 4,5 horas diarias a labores de cuidado no remunerado y para un 30% (3) de ellas estas labores representan su actividad laboral principal. Esta carga desproporcionada para las mujeres es producto de la división sexual del trabajo y a estereotipos de género, que han obligado a que muchas dejen de lado sus proyectos de vida y no logren su autonomía económica por estar atrapadas en trabajos de cuidado no remunerados.
Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares (2020), el 70% de las mujeres que se dedican exclusivamente a los trabajos de cuidado no remunerados tienen como máximo nivel educativo el bachillerato, el 21% tiene enfermedades crónicas y el 33% no realiza actividades deportivas, culturales o recreativas. Estas problemáticas empeoraron con la pandemia por COVID-19.
El cierre de establecimientos de cuidado como colegios y jardines infantiles hizo que las labores de cuidado se incrementaran exponencialmente dentro de los hogares, donde no hubo una redistribución equitativa, provocando que las jornadas laborales para las mujeres se duplicaran y hasta se triplicaran. En el caso de Bogotá el número de personas que se dedican exclusivamente a labores de cuidado no remunerados aumentó en un 50% (4), mientras que en 2019 eran 891.000 personas, para 2020 la cifra llegó a casi 1,4 millones, de las cuales el 84% son mujeres.
Ante este panorama, es fundamental crear acciones concretas para relevar a las mujeres de esta sobrecarga, lograr que obtengan autonomía económica y contribuir a que se reduzcan las brechas de género y la feminización de la pobreza.
Por eso Bogotá creó el primer Sistema Distrital de Cuidado de América Latina, un programa que busca reconocer el trabajo de cuidado y la contribución que las cuidadoras hacen a la sociedad; redistribuir estas labores entre hombres y mujeres y en la sociedad en general; y reducir el tiempo que las mujeres deben dedicar, a través de la ampliación de servicios de cuidado ofrecidos por el Estado, el sector privado y las comunidades.
Este programa articula servicios nuevos y existentes para atender las altas demandas de cuidado de manera corresponsable, logramos relevar a las mujeres de las cargas de cuidado y devolverles las oportunidades perdidas por esta desigualdad.
Para cumplir estos objetivos, el Sistema presta servicios que se concentran en la formación y respiro para cuidadoras; el cuidado para niñas y niños, personas mayores y personas con discapacidad; y talleres de transformación cultural para toda la ciudadanía.
Su principal innovación radica en su forma de operar, pues el Sistema funciona bajo un modelo de atención dual. Mientras las cuidadoras son atendidas, las personas que ellas cuidan reciben cuidados, por ejemplo, mientras una cuidadora accede a servicios de formación o atención psicosocial, su hijo es atendido por profesionales en pedagogía infantil.
El Sistema está diseñado bajo un modelo de proximidad, que integra urbanismo táctico, enfoque de género y cuidado; bajo este esquema se crearon las ‘Manzanas del Cuidado’, áreas de 1.600 metros de diámetro en la que se concentran servicios para quienes cuidan y para quienes requieren cuidado.
Estas ‘Manzanas del Cuidado’ permiten cercanía a los hogares de las cuidadoras, quienes solo se tardan de 15 a 20 minutos caminando para acceder a los servicios, reduciendo los tiempo de desplazamiento, garantizando el acceso a los servicios y logrando la redistribución de los cuidados de manera más equitativa.
El Sistema también implementó las Unidades Móviles, que son la versión itinerante de las Manzanas, son vehículos equipados con servicios como educación, actividades de respiro y descanso, atención psicológica y jurídica, con las que se logra llegar a zonas rurales y urbanas de difícil acceso. Con este sistema se logró atender, por primera vez, las necesidades de cuidado de las mujeres rurales y campesinas de Bogotá, llegando a zonas como Sumapaz, ubicada en uno de los páramos más grandes del mundo.
El Sistema Distrital de Cuidado comenzó su operación en octubre de 2020, y en tan solo ocho meses, puso en operación cinco Manzanas del Cuidado, dos Unidades Móviles y una lavandería comunitaria, en alianza con Asociación Nacional de Empresarios de Colombia y Whirlpool. Con esta infraestructura se han realizado más de 8.000 atenciones.
Además se puso en marcha la estrategia de cambio cultural, una apuesta para lograr la redistribución de los trabajos de cuidado entre todas y todos, bajo el lema ¡A Cuidar se Aprende! y las labores de cuidado no son tarea exclusiva de las mujeres.
En lo que resta del 2021 se tiene programada la apertura de cuatro ‘Manzanas del Cuidado’ más, y se pondrá en marcha el programa ‘Relevos del Cuidado’, una operación en casa que tiene el objetivo de relevar a las personas cuidadoras en los trabajos de cuidado para garantizar su acceso a servicios como formación y respiro.
Así, Bogotá se posiciona como la primera ciudad cuidadora de la región avanzando en la construcción de una sociedad más equitativa y justa para todas y todos.
Footnotes:
1 Proyecciones Censo (2018)
2 Proyecciones Censo (2018)
3 Gran Encuesta Integrada de Hogares, GEIH (2021)
4 DANE. Gran Encuesta Integrada de Hogares GEIH (2021)
Natalia Moreno Salamanca
Leader of the District Care System’s Team, Secretary for Women, Bogotá Colombia
Natalia Moreno holds a master’s degree in Gender and a B.A. in Economics from Universidad Nacional de Colombia. She leads the design and implementation of the District Care System, an initiative that aims to recognize the contribution of caregivers, redistribute responsibility more equitably between women and men, and reduce women’s unpaid care work so they can pursue personal development and self-care.
Her experience includes designing strategies from a feminist economics perspective. She has conducted research related to the care economy and the design of tax policies with a gender lens. She also co-led the #MenstruacionLibreDeImpuestos campaign, which advocated for and achieved the elimination of the VAT on menstrual hygiene materials in the country.
She’s a member of the Feminist Economics Roundtable and the Intersectoral Table of Care Economy and has collaborated with the Women’s Network of “La Silla Vacia”, a Colombian news website. In 2018, she was selected by Caracol Radio as one of the 40 most influential women working to achieve gender equality in the country.
She was an advisor to the congress in the Commission for Women’s Equity, has been a professor at Universidad Nacional, and worked at the National Administrative and Statistics Department of Colombia DANE, producing statistics with a gender perspective.